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Historias Clínicas

Al evaluar la historia clínica de la paciente se detectaron algunos factores que pueden tener relación con la aparición de los episodios de Eritema Multiforme que padecía desde hacía 6 meses.

Historia # 3: Eritema Multiforme

Historia

Beatriz Biscaya, una mujer de 57 años de profesión maestra de primaria durante 20 años, asistió a mi consulta en julio de 2017 por presentar de forma súbita durante 6 meses la aparición de unas “manchas” de color rojo de diferentes tamaños y forma, tanto en las extremidades como en el tronco, eran confluentes y le causaban una sensación de “ardor” o “quemor” de diferentes grados de intensidad, a veces muy intenso.

Los episodios duraban desde pocos días, hasta una semana, y luego desaparecían espontáneamente. Consultó varias veces a su médico primario quien le recetó varios tratamientos a base de “anti alérgicos” (anti histamínicos). En vista de no lograr resultados terminó refiriéndola al Dermatólogo, quien luego de indicar varios tratamientos a base de diferentes tipos de cremas que resultaron infructuosos, le diagnosticó “Eritema Multiforme”, decidiendo aplicarle una inyección de cortisona (Dacortin 30mg) una vez al mes, con la cual obtuvo buen resultado, aunque pasajero debido a que al cabo de 3 semanas reaparecían los brotes en la piel.

Al momento de ingresar a mi consulta Beatriz había recibido 4 inyecciones consecutivas de cortisona y estaba acusando los efectos secundarios de las mismas, tales como: aumento de peso, (había ganado 15kg), elevación de la presión arterial la cual fue tratada con otro medicamento (Valsartan) y aumento de los niveles de glucosa en la sangre. Ella le había preguntado a su dermatólogo hasta cuando le aplicaría la inyección mensual de cortisona, y si tendría que depender de ese medicamento por mucho tiempo para controlar la erupción del Eritema Multiforme que padecía, a lo cual su médico respondió que eso era lo único con lo que había podido controlarla, aunque fuese por tiempo limitado.

Por tal motivo la paciente entro en una gran disyuntiva porque tenía solo dos opciones: La primera continuar con un tratamiento que no deseaba; y la segunda acostumbrarse a los brotes del Eritema Multiforme que padecía. Ante esta situación Beatriz decidió buscar otras opciones de tratamiento.

Tratamiento y Evolución

Al evaluar la historia clínica de la paciente se detectaron algunos factores que pueden tener relación con la aparición de los episodios de Eritema Multiforme que padecía desde hacía 6 meses:

  • Estreñimiento crónico asociado a dispepsia digestiva y algunas intolerancias alimentarias
  • Estrés crónico con episodios de ansiedad frecuentes relacionados con su carga de trabajo
  • Consumo de cigarrillo, 1 caja/día (20 cigarros) desde hacía 15 años
  • Consumo de 20 tazas de café y 12 copas de vino al mes
  • Consumo de golosinas, salsas, picantes, mariscos y bollería en exceso
  • Sedentarismo crónico y sobrepeso de 20 kg
  • Colesterol elevado (268), vitamina D3 baja (20), Transaminasa elevada (GGT; 107) y vitamina B12 baja (208)

Se le propuso a Beatriz un esquema de tratamiento basado en un cambio de estilo de vida, desintoxicación, educación nutricional y suplementación específica para recuperar las carencias nutricionales observadas. El plan de basó en:

a. Combinación correcta de los alimentos, aumentar el consumo de vegetales crudos, cereales integrales, frutas frescas de temporada y semillas variadas. Eliminación de salsas, picantes, golosinas, alcohol, café y bollería.

b. Esquema de tratamiento para dejar de fumar, que resultó efectivo desde la primera semana. También se le recomendó un programa de Yoga y Pilates para regular el estrés.

c. Se le indicó un plan de ejercicio sencillo, caminar 45 minutos diarios en horario vespertino

d. Un plan de desintoxicación del hígado a base de vitaminas, aminoácidos y plantas medicinales específicas

e. Corrección mediante el uso de suplementos naturales de sus valores de colesterol, vitamina D3 y vitamina B12.

Después de completar 3 meses con el régimen higiénico-dietético, suplementación vitamínica y con plantas medicinales, los resultados obtenidos fueron los siguientes:

  • Normalización de todos los parámetros de laboratorio que estaban alterados
  • Reducción de 10 kg de peso
  • Regulación del tránsito intestinal
  • Desaparición de los episodios de “Eritema Multiforme” desde la segunda semana de iniciado el régimen de tratamiento, y se mantuvo libre del mismo por los próximos 28 meses, hasta la última consulta en noviembre 2019.

Conclusión

La piel es un órgano que forma parte del llamado “Sistema Tegumentario”, el cual agrupa a todas las membranas mucosas (digestiva, respiratoria y genitourinaria) y todas las membranas serosas (pleura, pericardio y peritoneo). Todas las membranas mucosas y la piel se encuentran interrelacionadas a través del gran sistema linfoide que todas poseen, conformando el llamado sistema MALT (tejido linfoide asociado de mucosas), por lo tanto no podemos ver a la piel como un órgano aislado del resto del cuerpo, y cada vez que se encuentre enferma con problemas de dermatitis, eccemas u otras manifestaciones, siempre debemos buscar la causa en el sistema MALT de mucosas, y tratar cualquiera de ellas que se encuentre alterada.

Muchas veces las lesiones observadas en la piel, no son más que una manifestación a distancia de esa mucosa enferma, que casi siempre suele ser la “mucosa digestiva”, por ser la de mayor superficie y la mas expuesta con el exterior al estar en contacto permanente con alimentos y bebidas.

En el caso de Beatriz trabajamos con esta hipótesis, basada en este hecho anatómico y fisiológico, tratamos a sus sistema de mucosas MALT, específicamente a su sistema digestivo con un plan higiénico-dietético, desintoxicación y uso de plantas medicinales y suplementos naturales, logrando un resultado altamente satisfactorio que le devolvió a la paciente la normalidad funcional de su piel y la liberó de la necesidad de usar la “cortisona” de forma indefinida, evitando con ello la progresión de los efectos secundarios causados por esta medicación, que ya se estaban haciendo presentes en la paciente al momento de acudir a la consulta.

Discusión

La especialización de la medicina convencional plantea un ejercicio profesional que ‘Fragmenta” al ser humano en muchas partes separadas, los médicos especialistas se encierran a tratar única y exclusivamente el órgano del cuerpo que es objeto de su especialidad, a tal punto, que pareciera que se olvidan que ese órgano no existe separado e independiente del resto del organismo, sino todo lo contrario, cada órgano del cuerpo humano se encuentra íntimamente relacionado con todos los demás para formar un gran sistema que trabaja como un conjunto integrado para mantener la homeostasis corporal y el estado de salud.

Enfocar la práctica médica bajo el enfoque de la “super especialización” olvidando que somos un “todo indivisible” conectado en un plano molecular, bioquímico, energético, funcional y anatómico, es un error de enfoque que conducirá a obtener resultados poco satisfactorios. Si el organismo humano funciona de una forma integrada, similar a una orquesta sinfónica donde cada músico y cada instrumento aporta la magia de su sonido para hacer posible la melodía resultante, la respuesta para sanar debe ser integrada a fin de mantener cada órgano funcionando en armonía en su interacción con todos los demás. Cuando la orquesta está desafinada genera una melodía de enfermedad.

Si un dermatólogo se enfoca en tratar una enfermedad de la piel como si esa enfermedad fuera propiedad exclusiva, olvidándose de la relación fisiológica y bioquímica de este órgano con el resto del cuerpo, jamás podrá llegar a la raíz del trastorno que se está reflejando en la piel pero que no reside en ella.

En el caso que hemos presentado, la Eritema Multiforme no era una enfermedad exclusiva y separada de la piel, sino que era una manifestación a distancia de un trastorno funcional del intestino y del hígado que estaban sobrecargados de toxinas y generando una congestión interna que llegó a afectar a la piel. Por esa razón, ninguno de los tratamientos aplicados a la piel dio los resultados esperados, y fue solamente cuando se restableció el funcionamiento homeostático del aparato digestivo y hepatobiliar mediante un proceso de desintoxicación y alimentación balanceada, que se logró la mejoría completa del síntoma que reflejaba la piel manteniéndose a lo largo del tiempo como respuesta a los cambios saludables que asumió la paciente de forma responsable.

Cuando la paciente llevaba 4 meses recibiendo una dosis mensual de cortisona intramuscular, debido a que fue el único medicamento que le aliviaba los síntomas, sin causar una sanación completa, comenzaron a aparecer los síntomas secundarios de dicha medicación, lo que causó una alarma en la paciente porque su calidad de vida y salud entraron en una espiral de deterioro, y su médico dermatólogo tratante lejos de buscar una solución permanente al problema del cual era responsable en gran medida, se limitó a decir: “Bueno tienes que tomar una decisión, o sigues con la cortisona para mantenerte libre del Eritema Multiforme, a pesar de los efectos secundarios, que en cualquier caso podremos controlar con otros medicamentos, o suspendes la cortisona y regresas a tus crisis frecuentes de Eritema Multiforme”.

Surgen algunas preguntas que podemos hacernos para entender la conducta que tuvo este médico con la paciente:

¿Por qué no la refirió a otro médico que pudiera aportar una solución distinta a la que él estaba ofreciéndole, y que la había colocado en una disyuntiva altamente apremiante ya que estaba presentando efectos secundarios delicados?

¿Tal vez pensó que, al referir a la paciente a otro médico estaba dejando saber que no fue capaz de resolver el problema de forma eficiente y eso podría poner en entredicho su prestigio?

¿Acaso el médico tenía temor o negación en aceptar que no le estaba ofreciendo una solución satisfactoria a la paciente, sino que por el contrario le estaba causando otros males que no poseía?

¿Por qué motivo un médico especialista escoge someter a su paciente a un mayor sufrimiento, manteniendo un medicamento que no resuelve el problema de su enfermedad de forma definitiva, y que además le causa otros males peores?

¿Dónde quedaron aquellas promesas de “compromiso”, “compasión”, “comprensión” y “máxima efectividad científica” que el médico debería ofrecerle a su paciente, siguiendo el mandato del código deontológico y ético que todo médico debería profesar?

Cuando un médico especialista se olvida del principio de integración bajo el cual funciona el cuerpo humano y practica su profesión de forma fragmentada, enfocándose en tratar órganos aislados, y además somete a su paciente a la tiranía del mal uso de la farmacología, pensando solamente en salvaguardar su prestigio y su posición endiosada frente al paciente y la sociedad; debemos reflexionar en los caminos que está tomando la medicina de hoy en día y en la crisis profunda que está sufriendo en sus entrañas, que la lleva a violentar sus principios hipocráticos fundamentales como el principio de “Primero no hacer daño” y el principio de “salvaguardar la salud y la vida a toda costa”.

No es aceptable, bajo ninguna circunstancia que los médicos, sean de la filosofía que sean, ortodoxos, convencionales, complementarios, no convencionales, etc, sigan ejerciendo una medicina alejada y ajena a los principios básicos de la filosofía ancestral hipocrática, galénica, integrativa y basada en evidencias científicas, ya que de continuar así, lejos de cumplir su papel benefactor para una humanidad dolida y que sufre, se estará poniendo del lado de los agentes sociales que causan daño al ser humano.