La mayor oferta de cursos digitales sobre salud integral en español

Search

Historias Clínicas

es una mujer de 46 años de edad que consultó nuestro despacho médico en Mayo 2019 con una larga historia de trastornos digestivos :

Caso Clínico # 3: Intolerancia Alimentaria

I.-Historia

T.T es una mujer de 46 años de edad que consultó nuestro despacho médico en Mayo 2019 con una larga historia de trastornos digestivos :

.-A los 10 años de edad sufrió de “acidez gástrica” constante, le realizaron una gastroscopia y le detectaron una pequeña hernia del hiato. Recibió tratamiento con Omeprazol por meses.

.-A los 12 años de edad recibió tratamiento anti parasitario con Mebendazol y expulsó gran cantidad de helmintos, del tipo Ascaris y Oxiurus.

.-Era de muy poco comer, de contextura muy delgada, siempre se quejaba de molestias digestivas y a los 14 años le detectaron “intolerancia a la lactosa”, retiró los lácteos y mejoró parcialmente de sus síntomas.

.-A los 20 años de edad le detectaron “candidiasis vaginal e intestinal” y desde esa fecha ha recibido múltiples tratamientos a base de antimicóticos convencionales, oral y tópico. Ha tenido crisis intermitentes.

.-A los 40 años de edad salió positiva para el Helicobacter Pilory y recibió tratamiento convencional con Amoxicilina-Claritromicina-Omeprazol por 14 días.

Desde hace 6 años cursa con dispepsia, estreñimiento, flatulencia, distensión abdominal y se ha ido haciendo intolerante a una cantidad creciente de alimentos como ciruela, guisantes, champiñones, levadura de cerveza, cebada y trigo, motivo por lo cual lleva una dieta cada vez más restrictiva y el acto de alimentarse se ha convertido en una experiencia desagradable casi constantemente.

A su larga historia de trastornos digestivos se han ido sumando otros trastornos de salud, que ella relaciona con su malestar digestivo :

.-Alergia respiratoria desde los 25 años de edad manifestada en crisis de Rinitis desencadenada por el polen, polvo y ácaros, tratada con Fluticasona nasal y Asma Bronquial  tratada a demanda con Turboaler polvo.

.-Migraña jaquecosa desde los 15años de edad con crisis intermitentes tratada por Neurólogo con tratamientos convencionales con resultados parciales. Se le realizó un TAC craneal a los 19años y fue normal.

.-Infecciones Urinarias frecuentes de hasta 5 crisis anuales desde hace 3 años que han ameritado tratamiento con antibióticos con frecuencia, los cuales han agravado los síntomas digestivos.

En los últimos 6 años T.T ha consultado varios gastroenterólogos y le han practicado varias endoscopias digestivas, tanto superior como inferior no revelando ninguna patología específica que explique los síntomas digestivos. Le dijeron que sufría de “Colon Irritable”,  ha cumplido varios tratamientos convencionales sin alcanzar ninguna mejoría y por ese motivo decidió hacer una consulta de medicina integrativa.

Considerando la larga historia de consumo de medicamentos de diferente categoría como antibióticos, antimicóticos, antihistamínicos, hormonas anticonceptivas (10años), anti parasitarios, antiácidos, etc a lo largo de su vida, resulta fácil pensar en una alteración del ecosistema intestinal que la ha llevado a desarrollar múltiples intolerancias alimentarias y un trastorno funcional intestinal que se expresa con los síntomas digestivos que padece desde hace 6 años.

II.-Evaluación, Tratamiento y Evolución Clínica

T.T se realizó el test IgG de intolerancia alimentaria (ALCAT) y el test del aliento con Hidrógeno (H2) y Metano (CH4) espirado resultando positiva para malabsorción e intolerancia a la “Lactosa” y “Sorbitol”, por tal motivo se le recomendó llevar una dieta FODMAP retirando de su menú todos los alimentos que contienen lactosa y sorbitol. Como resultado de ello, en pocas semanas desaparecieron los síntomas digestivos que acusaba desde hace años.

Una vez establecido y comprobado el diagnóstico de “Intolerancia Alimentaria”, identificando los alimentos y los azúcares responsables de dicha intolerancia (lactosa y sorbitol), el paso siguiente fue la realización de un “Estudio avanzado de la Salud Intestinal” para evaluar la “causa primaria” que estaba causando dicho problema. Es decir, identificar el elemento específico de su ecosistema intestinal que estaba afectado y que era el responsable de las intolerancias alimentarias detectadas.

El estudio avanzado de salud intestinal incluyó :

a.-Test de la “Microbiota” (Kybercompack pro) ; para investigar si había  “Disbiosis Intestinal”

b.-Test de la “Zonulina Fecal” ; para investigar  si había “Intestino Permeable”

c.-Test de la “Calprotectina fecal” ; para investigar si había “inflamación Intestinal”

d.-Test de la “Elastasa Pancreática” para investigar si había “Deficiencia de enzimas digestivas”

e.-Test de Anticuerpos IgA anti gliadina, anti endomisio y anti transglutaminasa para evaluar “enfermedad Celíaca”

T.T se practicó los cinco test anotados y solo se observó una alteración del test de la microbiota resultando en :

*Deficiencia leve de la “Microbiota Inmunológica”  con disminución de las cepas de “Enterococos”

*Deficiencia Leve de la “Microbiota Nutritiva” con disminución de las cepas de “Faecalibacterium”

*Deficiencia Moderada de la “Microbiota Protectora” condisminución de las cepas de “Lactobacilos”

*Incremento importante de levaduras tipo “Candida Albicans”

Con este resultado se llegó al diagnóstico final de “Disbiosis y Candidiasis Intestinal”, siendo este trastorno el resultado de la ingesta de diferentes tipos de medicamentos por largos periodos de tiempo a lo largo de su vida, y el responsable de las “Intolerancias alimentarias” que padecía desde hacía seis años.

Después de nueve meses de tratamiento a base de seguir una dieta FODMAP libre de azúcares fermentativos, para reducir los síntomas de la intolerancia alimentaria, además de “Probióticos”, “Prebióticos”, “Acido Butírico” para restablecer y balancear la microbiota intestinal, eliminando la Disbiosis encontrada; y de “Acido Caprílico” y “Palo de Arco” para tratar la candidiasis intestinal, T.T logro alcanzar una mejoría de todos sus síntomas digestivos y extra digestivos.

III.-Conclusión

Se presenta el caso de una mujer de 46 años de edad con una larga historia de trastornos digestivos desde los 10 años de edad, habiendo sufrido de “Parasitosis intestinal”, Hernia del Hiato”, “Helicobacter Pilory” y “Candidiasis Intestinal”. En los últimos 6 años cursa con molestos síntomas digestivos e intolerancia a múltiples alimentos. Visitó a varios médicos digestivos y fue etiquetada como un caso de “Colon irritablecon gastroscopia y colonoscopia normales. Cumplió muchos tratamientos a base de medicamentos antiflatulentos, antiespasmódicos, antiácidos, bloqueadores de la bomba de protones y procinéticos sin lograr mejoría de sus síntomas.

Considerando su larga historia de ingesta de diferentes tipos de medicamentos a lo largo de su vida, nos planteamos la hipótesis de que pudiera tratarse de un cuadro de “Intolerancia Alimentaria”. Se le practicaron las pruebas pertinentes y se demostró intolerancia a “Lactosa” y “Sorbitol”, además de “disbiosis y candidiasis intestinal”.

Se le recomendó una dieta no fermentativa o FODMAP, libre de lactosa y sorbitol, un plan de recuperación de la microbiota intestinal a base de prebióticos y probióticos específicos, además de tratamiento natural para la candidiasis intestinal.

A los 30 días de iniciado el tratamiento la paciente presentó una mejoría completa de los síntomas digestivos y a los 3 meses desaparecieron la “alergia respiratoria”, “migrañas” e “Infecciones Urinarias”. En Febrero 2020, a los 9 meses de tratamiento y con estabilidad clínica completa fue dada de alta de la consulta de medicina integrativa.

IV.-Discusión

Apreciando los datos aportados por esta paciente en su historia clínica fue fácil considerar que muy probablemente tenía una alteración en su Ecosistema Intestinal como consecuencia de tantos trastornos digestivos sufridos a lo largo de su vida, como reflujo gastroesofágico, que ameritó medicación con Omeprazol, parasitosis intestinal, que ameritó medicación con fármacos antiparasitarios, Helicobacter Pilory, que ameritó tratamiento con antibióticos; además, todos los fármacos indicados para sus problemas de migraña, rinitis, asma bronquial e infecciones urinarias.

Ante la ingesta de tantos fármacos a lo largo de su vida, era de suponer que muy probablemente tendría una alteración de la “Microbiota” digestiva, denominada “Disbiosis Intestinal”, la cual a su vez conllevó a una alteración de los procesos digestivos, causando mala absorción de nutrientes e intolerancias alimentarias, que de hecho ella acusaba hacía años. Como ha sido reportado en la literatura médica, las intolerancias alimentarias se manifiestan por síntomas digestivos, como todos los que tenía la paciente, pero también pueden cursar con síntomas extra digestivos o sistémicos, muchos de los cuales también estaban presentes en este caso, como la migraña, las alergias respiratorias y las infecciones urinarias.

Es un caso claro de “Enfermedad de las Mucosas” debido a una afectación del “Sistema Linfoide Asociado de Mucosas” (MALT). La perturbación del tejido linfoide asociado de la mucosa digestiva (GALT), a causa de la disbiosis intestinal, se reflejó también en el tejido linfoide asociado de la mucosa respiratoria (BALT), en forma de rinitis y asma alérgica, y en el tejido linfoide asociado de la mucosa urinaria, que se expresó como una infección urinaria recurrente. Al tratar la raíz de la perturbación original, el sistema GALT digestivo, corrigiendo la disbiosis intestinal, poco a poco todo el sistema linfoide de todas las mucosas fue retornando a la normalidad y en un plazo de nueve meses, la paciente había mejorado significativamente, tanto de los síntomas digestivos como los extra digestivos, mejorando con ello su calidad de vida.

El caso de esta paciente es un ejemplo de los cientos de miles de pacientes, que al igual que ella, viven peregrinando por múltiples despachos médicos de diferentes especialidades, en busca de una solución para la cadena interminable de síntomas y problemas que sufren. Al carecer del enfoque “integrativo”, cada especialista se limitaba a tratar el órgano perturbado por el que consultaba la paciente y así tenía tratamiento para la rinitis y el asma recomendados por el alergólogo,  para la migraña , recomendado por el neurólogo, para la infección urinaria recurrente, recomendado por el urólogo, para el colon irritable, recomendado por el digestivo; sin embargo, como ninguno de esos médicos pudo entender lo que realmente pasaba con esta paciente, al no poder verla como un ente integrado, ninguno de esos tratamientos resultó satisfactorio, y por el contrario, fueron más perjudiciales, al profundizar el daño de la microbiota que tenía la paciente. Al final, ante la impotencia de poder resolver su cadena de problemas de salud, su médico digestivo consideró que era un “caso psiquiátrico” y optó por referirla al psiquiatra, para que añadiera su coctel de “drogas psicotrópicas” a todos los tratamientos que ya recibía y seguramente, habrían contribuido por deteriorar aun más la calidad de vida de esta paciente.

Lo más triste que podemos destacar en todo este panorama de acontecimientos que nos trae esta paciente, es que ninguno de sus médicos especialistas tratante hubiese podido llegar a la conclusión lógica y real que explicaba la cadena de sucesos fisiopatológicos que se suscitaban en ella y descubrir los verdaderos actores causantes de sus males, debido a las razones siguientes :

a.-La mayoría de los médicos convencionales, sea de la especialidad que sea, incluyendo el gastroenterólogo, no creen en el fenómeno de las “intolerancias alimentarias”, descalifican y desprestigian los test para diagnosticarlas, incluso se burlan y se ríen de los pacientes que se someten a estos test, que para ellos no tienen ningún valor.

b.-Todo lo relacionado con la “Microbiota” corre la misma suerte, incluso hay médicos que ni siquiera saben qué significa la palabra “Microbiota”.  Igualmente, el test para evaluarla (Kiberkompack o Gutzoomer), desconocido para la gran mayoría de los médicos convencionales, también es objeto de descalificación, burla y desprestigio.

c.-También se debe destacar que todos estos test mencionados, el de la intolerancia alimentaria mediado por IgG, el de la microbiota, el test del aliento con medición de hidrógeno y metano en el aire espirado para el diagnóstico de mala absorción de lactosa, fructosa, sorbitol, lactulosa y sobrecrecimiento bacteriano (SIBO), tampoco están al alcance de los médicos y pacientes, porque no son realizados por los laboratorios de la mayoría de los hospitales públicos e incluso muchos de los privados, teniendo que recurrir a laboratorios “especiales” o de “investigación” para poder realizarlos.

Finalmente, resulta interesante preguntarse :

a.-¿Por qué motivo ocurre este fenómeno en el seno de la mayoría de los hospitales y grupos de médicos ortodoxos, con estos temas  relacionados con la microbiota, la intolerancia alimentaria y la disbiosis intestinal?

b.-¿Por qué motivo la mayoría de los laboratorios existentes en los hospitales públicos, y muchos de los privados, no poseen la tecnología para realizar todos los test relacionados con estas patologías, que por otro lado, no es de gran complejidad y de costo exageradamente elevado?

c.-¿Por qué motivo estos temas son censurados, desprestigiados y descalificados por la mayoría de los médicos y hospitales convencionales, cuando forman parte de las investigaciones científicas médicas de las últimas décadas, gozan de una prolífica publicación en muchas revistas y sitios web de prestigio y están cambiando muchos conceptos tradicionales en la comprensión de muchas enfermedades?

El tratamiento de todas estas perturbaciones de la nutrición y la fisiología digestiva que son responsables de una cadena de sucesos patológicos que atormentan a las personas que los padecen, como fue el caso de nuestra paciente T.LT, requiere de “Educación Nutricional”, “Cambios alimentarios” ajustados al test de intolerancias, uso de prebióticos y probióticos para corregir  la disbiosis intestinal, uso específico de suplementos como Glutamina, Zinc, vitamina A y D para mejorar la función de barrera intestinal.  Como ninguno de estos elementos terapéuticos se pueden sintetizar en una cápsula o comprimido, vender en las farmacias y llenar las arcas de la  industria químico farmacéutica, muy probablemente es aquí donde está la respuesta a nuestras preguntas. Simplemente, todo conocimiento médico que no resulte “altamente rentable” para la industria químico farmacéutica, es descalificado, desprestigiado y tachado de “acientífico” y como esta industria ejerce un poder casi hipnótico y sacrosanto sobre la gran mayoría de los médicos convencionales, estos, simplemente siguen las directrices señaladas por esta industria y actúan en consonancia con los paradigmas creados por ella, y lo más dramático es que la mayoría de esos buenos médicos ni siquiera son conscientes de esta realidad.