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Historias Clínicas

Es un hombre de 26 años de edad quién consultó nuestro despacho de Medicina Integrativa en Agosto 2018 porque le habían diagnosticado hacia ocho meses atrás un estado de “Hipotiroidismo”,

Caso Clínico # 4: Tiroiditis de Hashimoto

I.-Historia

L.L. es un hombre de 26 años de edad, quién consultó nuestro despacho de Medicina Integrativa en agosto 2018 porque le habían diagnosticado hacía ocho meses atrás un estado de “Hipotiroidismo”, basado en los análisis de laboratorio con un valor de TSH de 7.2, motivo por lo cual su médico endocrino le había planteado el uso de “Eutirox” para corregir los síntomas y mejorar los valores de laboratorio. L.L. mencionó que desde el verano 2017 venía acusando una fatiga persistente y progresiva que no mejoraba con el reposo nocturno ni con la siesta diurna, además notaba falta de concentración, piel seca y algo de disfunción eréctil e hipertensión arterial.  L.L. decidió consultarnos movido por tres inquietudes fundamentales:

1.-Su médico endocrino no mostró interés en investigar cuál era la causa del hipotiroidismo que acusaba y le planteó tratamiento hormonal substitutivo de entrada para corregir los síntomas y le asaltaba la duda de que si se conocía el origen del problema y se corregía, es probable que desapareciera el hipotiroidismo.

2.-Al iniciar la toma del Eutirox recomendado por su médico endocrino, observó una exacerbación de los síntomas que acusaba, mayor cansancio, debilidad, falta de concentración y se le agregó algo de insomnio, por ese motivo decidió suspender por su cuenta el Eutirox y buscar otra forma de tratamiento para su problema.

3.-L.L deseaba investigar su problema de salud desde otra perspectiva que no implicara tomar Eutirox para tratar el hipotiroidismo de forma sintomática solamente.

Sometimos a L.L. a una serie de pruebas, tanto de laboratorio como de ultrasonido tiroideo, y observamos lo siguiente:

a.-Sus valores de TSH en septiembre 2018 seguían algo elevados, 6.6 con un valor normal en 5.3. Sin embargo, todos sus otros valores hormonales tiroideos estaban dentro del rango de la normalidad:

  • T3 total …………………………………………………….1.25 (0.4-1.6)
  • T3 libre ……………………………………………………..3.6 (3 – 8.5)
  • T4 total …………………………………………………….10 (4 – 12)
  • T4 libre…………………………………………………….. 0.89. (0.5 – 1.4)

b.-Se evidenció una elevación de los anticuerpos antitiroideos TPO………………….962 (Normales: 0.1-5.6)

c.-También se le realizaron las pruebas hormonales sexuales y se encontraron algunas alteraciones en sus valores

  • Prolactina ……………………………………………………32 (2.6 – 13)
  • Progesterona………………………………………………..1,2 (normal hasta 0.6)
  • Estradiol……………………………………………………….35 (15 a 33)
  • DHEA…………………………………………………………….13.9 (normal hasta 9)
  • Testosterona Libre…………………………………………13 (4.7 – 24)

d.-la Ecografía tiroidea reveló una glándula de tamaño normal, homogénea y sin lesiones focales.

Ante la presencia de síntomas de hipotiroidismo, con valores elevados de TSH, prolactina y anticuerpos TPO nos planteamos el Diagnóstico de “Tiroiditis Autoinmune de Hashimoto” como causa básica del trastorno tiroideo, y la normalidad de la Ecografía tiroidea nos hizo pensar que el curso no era muy crónico y se podría intentar un tratamiento resolutivo de forma integrativa.

Considerando que L.L. informó en su historia clínica que también sufría desde hacía meses de trastornos digestivos manifestados por pesadez digestiva y dolor de estómago después de comer, flatulencias, gases e hinchazón abdominal, y los relacionó con alimentos a base de trigo; sospechamos que pudiera tener una “intolerancia al gluten” y ser esta intolerancia alimentaria la causa del problema tiroideo.

II.-Tratamiento y Evolución

Basado en la sospecha de que L.L. sufría una intolerancia al gluten, decidimos darle un tratamiento basado en :

a.-Llevar una dieta 100% libre de gluten por 3 meses

b.-Suplementación nutricional para fortalecer la glándula tiroides : Tirosina, yodo, vitaminas y minerales

c.-Plantas con poder desinflamatorio : Cúrcuma Longa, Boswelia Serratia, Harpagofito

d.-Suplementos para mejorar la permeabilidad intestinal : vitamina A, D, Zinc, Glutamina

e.-Prebióticos y Probióticos para mejorar el ecosistema intestinal

f.-Oligoterapia catalitica para mejorar el funcionamiento del eje Hipotálamo-Hipófiis-Tiroides

Después de los primeros 3 meses de tratamiento los resultados obtenidos fueron los siguientes :

a.-Desaparición completa de los síntomas de hipotiroidismo

b.-Mejora significativa de la disfunción eréctil

c.-Normalización de los valores de TSH y anticuerpos anti TPO

d.-Normalización de los valores de prolactina, estradiol, progesterona y DHEA

L.L. fue seguido en consulta durante un año y se pudo evidenciar estabilidad clínica y mantenimiento de la normalidad en sus pruebas de laboratorio, y lo dieron de alta de la consulta de Endocrinología en julio 2019.

III.-Conclusión

1.-El paciente consultó por un cuadro clínico de Hipotiroidismo tratado con reemplazo hormonal sintético usando el medicamento “Eutirox”, que produjo un empeoramiento de sus síntomas.

2.-Su médico endocrino no le realizó pruebas para investigar la “causa” del hipotiroidismo y eso hizo que decidiera buscar otras formas de tratamiento para su problema de salud.

3.-Las pruebas de laboratorio revelaron la presencia de “Autoanticuerpos” del tipo “Antitiroideos o TPO” en valores elevados, unas doscientas veces por encima de su valor mínimo normal. Esto nos hizo plantearnos el diagnóstico de “Tiroiditis crónica Linfocítica de Hashimoto”.

4.-Considerando que también acusaba síntomas digestivos relacionados con alimentos a base de gluten, y siendo conocida y reportada en la literatura médica la relación entre la “Tiroiditis Autoinmune”  con la “Intolerancia al gluten”, decidimos indicarle una dieta 100% libre de gluten como base de su tratamiento.

5.-Complementamos el tratamiento a base de suplementación nutricional para :

  • Nutrir y fortalecer la glándula tiroides
  • Desinflamar el tejido tiroideo
  • Mejorar la función de barrera y el ecosistema del intestino
  • Mejorar el eje endocrino hipotálamo-hipófisis-tiroides

6.-Los resultados clínicos y de laboratorio obtenidos fueron altamente satisfactorios para el paciente, y un año después de cumplir su tratamiento integrativo fue dado de alta de la consulta de Endocrinología y no necesitó seguir tomando la medicación inicialmente indicada (Eutirox).

IV.-Discusión

La frase: “Usted padece de una enfermedad incurable de causa desconocida y debe tomar un tratamiento médico de por vida”, es algo que todo estudiante aprendió en la Facultad de Medicina cuando se formaba como médico, porque era muy común y recurrente para un gran número de enfermedades, como todas las “Autoinmunes” tales como artritis reumatoide, lupus eritematoso, colitis ulcerativa, psoriasis etc.

También era la frase que acompañaba a las “Enfermedades crónicas” , como la diabetes, hipertensión arterial, aterosclerosis, cardiopatías, asma bronquial, etc. Y por su puesto, también para las “Enfermedades Degenerativas” como las leucemias, cáncer, esclerosis múltiple, Alzheimer y Parkinson, por mencionar las más comunes.

Cuando éramos estudiantes de medicina y escuchamos esa frase de forma recurrente a lo largo de todo el tiempo que duró la carrera, nunca la cuestionamos y la aceptamos como una “verdad inexorable” y como muchas otras verdades que también nos inculcaron durante esos 7 años que estuvimos en formación, la guardamos en nuestra mente, en nuestro maletín médico y en el bolsillo de nuestra bata blanca, para no olvidarnos de ella y luego cantársela a todos aquellos pacientes que vinieran a nuestra consulta y estuvieran diagnosticados de alguna enfermedad crónica, degenerativa o autoinmune. Y para que no se nos olvidara esa verdad, o para que no fuéramos a ponerla en duda en ningún momento, nos la siguieron repitiendo y reforzando cuando hicimos la maestría de la especialización médica, y en todos los cursos, congresos y talleres de actualización que seguimos haciendo por el resto de nuestra vida como profesionales de la medicina.

Este caso clínico del paciente L.L. es una prueba de que esa supuesta verdad inexorable de la enfermedad incurable, de causa desconocida y que amerita un tratamiento farmacológico de por vida, es, y siempre ha sido, “completamente falsa”, y al decirlo, puede que suene “sorprendente”, sin embargo, es la verdad. Después de haber incursionado en el mundo de la Medicina Integrativa en los últimos 20 años, han sido los propios pacientes los que me han demostrado esta realidad, y todos los casos clínicos que les he presentado son un ejemplo de ello.

Ahora, mirando hacia atrás, debo reconocer que esa verdad que aprendí en la escuela de medicina y repetí durante 15 años en más de diez hospitales en los que trabajé y me formé como especialista en medicina interna y cardiología, estaba condicionada al paradigma, metodología y protocolos de tratamiento farmacológico ortodoxo. Las enfermedades catalogadas por la medicina convencional como ”incurables”, solo lo son, bajo el enfoque y tratamiento que esa medicina les aplica, simplemente porque el razonamiento y la comprensión de la enfermedad es incorrecto, y por lo tanto, el resultado del tratamiento aplicado es desalentador porque sólo logra aminorar los síntomas, en el mejor de los casos.

No se trata de que los médicos convencionales que trabajan en clínicas y hospitales donde se practica la medicina oficial sean “malos médicos”, en verdad que no lo son, porque todos ellos estudiaron entre 6 y 8 años en la escuela de medicina para obtener su título de médico, muchos siguieron estudiando otros 5 o más años para completar su especialización y otros tantos para alcanzar la superespecialización o el doctorado (PHD). Todo un camino lleno de lucha, sacrificio, guardias nocturnas y de miles de experiencias duras y difíciles que solo la vocación de servicio pura y verdadera, puede ayudarnos a tolerar, soportar y hasta disfrutar.

Simplemente, se trata de que todos los médicos convencionales hospitalarios, que son “buenos médicos”,  desconocen y no tienen ninguna información sobre el otro paradigma, el de la otra medicina, la llamada “no convencional”, “alternativa”, “complementaria”, “funcional”, o simplemente “integrativa”, la cual goza del respaldo de la Organización Mundial de la Salud y se expresa en revistas, asociaciones, organizaciones, congresos y un sinfín de eventos e instituciones de carácter eminentemente científico, respaldados por investigación seria y rigurosa, tan válida, como la de la medicina convencional.

El buen médico endocrino que atendió a nuestro paciente hizo lo que aprendió, actuó en función del conocimiento que tenía y no pudo hacer nada más, simplemente porque no tenía información de que hubiera algo más. El no estaba al tanto de la relación que existe entre la intolerancia al gluten y la Tiroiditis de Hashimoto y mucho menos de la aplicación de la Nutriterapia, La Suplementación natural y las plantas medicinales para corregir este desajuste digestivo e inmune. De haberlo sabido, seguro que hubiese aplicado esos conocimientos para ayudar a su paciente y hubiese obtenido los mismos resultados que nosotros obtuvimos

Es probable que alguien que este leyendo estos razonamientos y argumentos se pregunte la razón por la cual los médicos convencionales no tienen ni conocen la misma información que manejan los médicos no convencionales, si a fin de cuentas, todo está publicado y simplemente con acceder a cualquier buscador online pueden bajar esa información y enterarse del tema y proceder al respecto.

Como ya he mencionado antes, yo también fui un médico ortodoxo y convencional, puro y duro durante los primeros 15 años del ejercicio profesional, y también estuve en esos zapatos, desconociendo por completo el mundo de la medicina no convencional, y según mi humilde opinión, basada en la experiencia de haber vivido “dentro de las dos medicinas”, la explicación para esta situación que estoy argumentando, radica en el papel y manipulación que ejerce la omnipresente industria química  farmacéutica. Esta industria se encarga de mantener hipnotizados a los médicos convencionales con todas sus “argucias leguleyas”, les hace creer que sólo las investigaciones realizadas y auspiciadas por ella son verdaderamente científicas y sustentan las “verdades inexorables” de la medicina y que todo médico que se sienta digno y respetuoso de serlo, debe profesarlas y defenderlas a toda costa. Pero el asunto no termina allí, la “omnipotente” industria químico farmacéutica también se ha encargado de desacreditar, descalificar y excomulgar a todo el mundo de la medicina no convencional y a todos los que creen, participan y usan sus conocimientos, a los que califica de “pseudocientíficos”, “charlatanería” y hasta de “brujería”.

Para asegurarse de que ningún médico convencional, ortodoxo y oficial, de los cuales se cree dueña y señora, se le vaya a ocurrir, curiosear, investigar o coquetear con las “sectas” que practican la otra medicina, la multimillonaria y todopoderosa industria químico farmacéutica se ha asegurado el respaldo y complicidad de los colegios de médicos, asociaciones médicas, ministerios de sanidad, y hasta los gobiernos de las naciones y todos los medios de comunicación de masas, para acusar, señalar, perseguir y castigar a todo médico que intente cambiar de bando. Por todo ello, la gran mayoría de los médicos convencionales se hacen eco de esta “trampa gigantesca”  y  no les interesa lo que pueda opinar sobre cualquier tema médico, la otra medicina, y si escucha o lee algo al respecto, no le da ningún crédito, y si por casualidad llegara a dudar por un instante, solo el terror de sentirse señalado, cuestionado y segregado por su gremio médico convencional, lo obliga a descartar toda posibilidad de cambio y termina por acallar  a su conciencia profesional y científica que le grita desde su vocación, ¿y si es verdad?.