Introducción
La presencia de proteínas en el pescado es de entre un 15 o un 20% de su peso, las cuales son de un alto valor biológico y alta calidad, prácticamente comparable a la que se encuentra en las carnes rojas.
Contiene un porcentaje mínimo de grasa (mucho menor que la carne) que no supera un 12% de su peso y encontramos apenas un valor de colesterol de 50-100 mg.
Los pescados azules, denominados de esta manera porque su hábitat son las aguas frías y profundas, tales como: Atún, Kril, Salmón y Sardinas son ricas en omega 3 (EPA Y DHA); tienen vitaminas liposolubles (ADE) e hidrosolubles, es decir, todo el complejo vitamínico B incluida la B12. Además, por si fuera poco, su carne contiene los siguientes minerales: sodio, fósforo, cobre y yodo.
¿Por qué debemos consumir pescado?
Son muchas las razones para el consumo de este gran alimento, entre ellas se encuentran:
- Aporte en su composición de omega 3, es un factor determinante para la reducción del colesterol LDL y los triglicéridos, que evitan la aterosclerosis y la hipertensión arterial.
- Su bajo contenido de grasa y su escaso aporte calórico colaboran en el mantenimiento de un cuerpo saludable y en forma. De esta manera es importante, consumir un buen filet de pescado por lo menos 2 veces por semana.
- La presencia de un alto contenido en yodo, el cual nutre la glándula tiroides y por su bajo contenido en colágeno lo hace un alimento más suave y digerible que las carnes rojas, mejorando notablemente nuestra digestión.
- Ayuda a fortalecer los músculos, reforzar el sistema inmune y favorece el desarrollo neurológico de las funciones cerebrales, como la memoria y la concentración.
- Posee un efecto desinflamatorio y antifatiga
¿Tiene algún inconveniente el consumo de pescado?
Aunque posee múltiples ventajas para el organismo, hay que advertir que por su alto contenido en Histamina el pescado puede ser muy alergénico, por tal motivo no se recomienda dar a los menores de un año.
Su consumo excesivo en la dieta diaria también puede crear un desbalance entre el calcio y el fósforo, lo que podría desencadenar una desmineralización para los huesos. Asimismo, por su alto contenido de ácido úrico, se debe estar atentos al desarrollo de cálculos urinarios.
En cuanto al consumo de pescado crudo, es de advertir que al no cocinarlo su composición rica en la enzima conocida como Tiaminasa genera un efecto contraproducente para la vitamina B1, además del riesgo de la posible reacción química, bacteriana y parasitaria.
Mariscos: ¿Cuál es su valor nutricional y porque debemos consumirlos?
Los mariscos contienen proteínas que van de 5 a 20% de la parte comestible, con mayor contenido de colágeno que el pescado. Su valor biológico es alto porque contienen todos los aminoácidos esenciales, con respecto a las grasas mínimas en su porcentaje debemos destacar la presencia de las grasas poliinsaturadas que son un tipo de grasa dietaria, es decir, grasa saludable.
Los mejillones, langostinos y chipirones tienen un alto contenido de colesterol y en cuanto a los minerales que poseen se encuentran: el hierro (almejas y mejillones), potasio, sodio, selenio, yodo, calcio y magnesio, además de las vitaminas A – B – E (B9 y B12)
Dentro de los beneficios de consumir estos deliciosos bichos de mar, podemos destacar que por su alto contenido de proteínas tienen un efecto saciante y al tener pocas calorías nos ayudan a perder peso. Sin dudas, son una buena opción para prevenir o tratar los estados anémicos por su importante contenido en hierro y vitaminas.
Otras ventajas por las cuales inclinarse a la hora de elegir estos alimentos, está relacionada con su aporte para regular los valores de triglicéridos (por los omega 3) y homocisteína (por la B12), todos colaboradores y cardiosaludables.
Finalmente, por el tipo de minerales que contienen también podemos decir que ayudan a modular la función de la tiroides, debido a su contenido en yodo y refuerzan el sistema inmune a partir del zinc.
Algunas desventajas nutricionales al consumir mariscos
Los mariscos son los habitantes del mar que más gérmenes transportan en su cuerpo debido a su estilo de vida, se los reconoce como animales “necrófagos” y “coprófagos” con una alta concentración de toxinas y contaminantes.
También sucede que se descomponen muy rápidamente al morir y liberan histamina, tiramina y amoniaco. Además de que son de difícil digestión por su elevado contenido en colágeno que dificulta nuestra acción digestiva.
Por ende, la recomendación es siempre consumirlos en lugares confiables y revisar que estén en excelente estado y frescos.
¿Puede estar contraindicado el consumo de mariscos?
Sí, no se recomienda su consumo en personas inmunodeprimidas que padezcan enfermedades como: sida, leucemias, linfomas, tumores malignos y trasplantados.
Por su ácido úrico lo deben evitar los pacientes con insuficiencia renal crónica en programa de Diálisis. Tampoco es aconsejable para pacientes que sufren de gastritis, esofagitis y úlcera gastroduodenal, ni para pacientes con dislipidemia, diabetes y cirrosis hepática.
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