Introducción

Cada día nos exponemos a sustancias químicas contaminantes que están en la atmósfera, la tierra, el agua, los alimentos y el suelo. Tras la revolución industrial, la acumulación de toxinas en el organismo ocurre a una velocidad más rápida que aquella a la que pueden eliminar, millones de personas viven en áreas que rebasan las normas del esmog permitido. El agua potable está contaminada con sustancias químicas que son perjudiciales a la salud, como el flúor, un tóxico altamente peligroso que es capaz de matar a un adulto de 45 kilos si ingiere tan solo 3 mililitros. Los pesticidas y plaguicidas usados en la agricultura se acumulan en la cadena alimenticia y contaminan nuestros alimentos.

La acumulación en el cuerpo de sustancias extrañas, llamadas “xenobióticos” compromete seriamente la salud, la “Desintoxicación” es el proceso natural para eliminar las toxinas a través del hígado, los riñones, la orina, las heces, la exhalación y la transpiración.

Las “técnicas de Desintoxicación” que incluyen el ayuno, la nutrición, la quelación, entre otros, aceleran los procesos naturales de limpieza, propios de un cuerpo sano, muchos médicos opinan que estas técnicas dominarán el pensamiento médico en los años venideros dada su importancia en el proceso de recuperar la salud.

Es indispensable iniciar cualquier tipo de tratamiento con un plan détox que debe ser adaptado a la necesidad de cada persona, debido a que las células tendrán una mayor capacidad de respuesta al tratamiento y mayor probabilidad de recuperarse después de eliminar gran parte de las toxinas acumuladas que perturban su funcionamiento. Una vez que se limpia el organismo se obtienen una serie de beneficios que son fundamentales para asegurar el éxito de cualquier procedimiento terapéutico, como acupuntura, nutriterapia, fitoterapia etc.

Matrix Extracelular y Emuntorios

Toda sustancia tóxica se vuelve parte constitutiva de nuestro organismo, sobrecarga nuestros sistemas naturales de desintoxicación y produce un “empantanamiento” o “ensuciamiento” del medio interno.
La limpieza de la sangre y de los humores es la meta principal de los métodos y procedimientos naturales de curación, que intentan una recuperación integral. Hipócrates insistía en que la salud depende de la “constitución de los humores”, solamente después de la eliminación de los “residuos tóxicos” de nuestro ambiente interior, podrán entrar en actividad las “fuerzas autocurativas” los “sistemas de regulación” y el “control de la salud”.

Todos los humores del cuerpo están en permanente intercambio dentro de la llamada “Matriz extracelular” que se corresponde con el espacio “intersticial”, un sistema de regulación ubicuitario, se encuentra en todas partes y en permanente contacto con la totalidad de los sistemas orgánicos.

Estos humores necesitan una limpieza permanente que es efectuada a través de los 4 grandes sistemas de eliminación y desintoxicación que posee el organismo, denominados “órganos emuntoriales”, representados por el intestino, pulmones, piel y riñones.

Todas aquellas medidas que ayudan a la eliminación de toxinas, como el ayuno, la sudoración, la adecuada y controlada purga intestinal y la sueroterapia, resultan en manos del buen médico naturista, una terapia plena de éxitos no solo en lo referente a la enfermedad aguda, sino también en cuanto a la limpieza general de humores y tejidos.

Si el organismo, a pesar de los citados intentos de eliminación, no logra dominar la situación, intentará deshacerse de lo que resulta pernicioso mediante inflamaciones producidas en la superficie de la piel y mucosas con componentes de sustancias tóxicas, residuos y gérmenes patógenos. Reaccionará en su defensa, produciendo eritemas, urticarias, eczemas, abscesos, forúnculos, flemones, exudados, etc. El famoso neurólogo Romberg apuntó que la neuritis es un grito que emite el nervio exigiendo sangre más limpia, en ese sentido, cualquier “itis” (artritis, colitis, hepatitis, nefritis) reclamaría el mismo principio.

El fin primordial de cualquier Terapia Biológica es prestarle apoyo al organismo en sus esfuerzos por desintoxicarse. Las terapias que utilizan ozono, oxígeno, enzimas y drenadores fitoterápicos resultan de una gran ayuda, pero si el cuerpo no logra deshacerse correctamente de sus basuras, las depositará en una “fase de deposición” produciendo lo que se conoce como “bloqueo mesenquimático” o “empantanamiento” de la matriz extracelular. De ahí la gran importancia de los órganos emuntorios, de los cuales depende la limpieza del organismo, ya que si no realizan su función satisfactoriamente toda nuestra matriz extracelular se convertirá en un basurero.

Órganos de Eliminación

Los órganos de eliminación, llamados en forma general “emuntorios” representan las vías naturales que utiliza el organismo para expulsar las toxinas del medio interno al exterior, y mantener la matriz extracelular limpia y en buenas condiciones para que se realice el intercambio nutritivo y de gases, entre la sangre y el intersticio. Estos órganos son:

1.-La Piel

Es el órgano más grande que poseemos en nuestro organismo, además de realizar la función de envoltorio protector, es la superficie de contacto con el mundo que nos rodea y una de las más importantes vías de evacuación. Por sus millones de “glándulas sudoríparas” emergen a cada instante, y por medio de la “transpiración” una gran cantidad de sustancias residuales.
Si la piel está en mal estado, laxa, obstruida, deficientemente irrigada, las toxinas permanecerán en la sangre y serán depositadas en otros órganos. Un aumento de la función depuradora de la piel se consigue “sudando” y por eso en ningún momento debemos bloquearla o eliminarla, ya que la sudoración sin esfuerzo físico, y los sudores nocturnos expresan, lo mismo que la halitosis y los malos olores de la piel y del cuerpo en general, un alto grado de empantanamiento. Para activar la función depuradora de la piel, lo mejor es cepillarla en seco y luego usar los métodos de hidroterapia alternante entre frío y caliente, la sauna y la ducha.

2. Los Pulmones

Realizan dos funciones vitales, abastecer de oxígeno y expulsar el anhídrido carbónico que se produce en el metabolismo celular general. Con las espiraciones eliminamos también alrededor de un litro de agua por día, las llamadas “pérdidas insensibles” de agua, que salen cargadas de sustancias residuales que son expelidas al exterior.
Cuanto más pobre resulte la espiración, más escaso será el metabolismo gaseoso y más insuficiente la eliminación toxinica. Las causas de ello no son sólo las enfermedades obstructivas de las vías respiratorias, sino que muy a menudo, es consecuencia de una elevación forzada del diafragma por acúmulo de gas y heces en el intestino secundario a una vida sedentaria o a una alteración de la flora intestinal.

3. Los Riñones

Los riñones sanos efectúan un trabajo asombroso, ya que por su red de capilares fluyen diariamente 1500 litros de sangre y se eliminan de 1,5 a 2,5 litros de orina, lo que significa que diariamente fluya por esta “planta de purificación” toda nuestra sangre alrededor de 300 veces.
La ingestión en demasía de carnes y proteínas, así como la ingesta de fármacos sobrecargan y estropean el funcionamiento de los riñones, un importante órgano para la limpieza de todos los humores si se piensa que más del 70% de nuestro cuerpo está compuesto por agua. Siempre que pretendamos descargar los riñones, especialmente cuando su función se encuentra limitada, debemos recurrir a una alimentación pobre en proteínas y rica en vegetales suprimiendo en todo caso el uso de la sal.

4. El Tubo Digestivo

Es uno de nuestros más importantes sistemas de abastecimiento, tiene la forma de un tubo y mide de 7 a 9 metros. Según el Dr. Franz Mayr “El intestino es la raíz de la planta humana, una raíz de gran extensión, que cuando enferma, hace enfermar a toda la planta”.

La alimentación incorrecta, los tóxicos químicos, los medicamentos, así como el alcohol y el tabaco, pueden lesionar el mantenimiento y buen funcionamiento de la flora intestinal normal, lo que significa que el frente defensivo interno de nuestra superficie de contacto en las mucosas se podrá quebrar y al ulcerarse la mucosa, las toxinas lograrán filtrarse sin control y sin barrera hacia la sangre y la linfa.

Cuando la raíz del ser humano se enferma el primer órgano que sufre las consecuencias es el hígado, que es sometido a estas condiciones cargadas de toxinas. Para curar la raíz enferma debemos acudir a la antiquísima sabiduría de la humanidad, sobre el poder limpiador y renovador del ayuno y la hidroterapia de colon.

Los cuatro sistemas de desintoxicación se auxilian y complementan unos con otros, de forma que una cura de purificación sólo tendrá éxito cuando dirijamos nuestro esfuerzo al conjunto de todos ellos. El organismo humano no es otra cosa que la asociación biológica de una serie de parénquimas, que o trabajan en perfecta conjunción o desequilibran el conjunto.

5. El Hígado

Es la víscera más voluminosa del cuerpo humano, pesa cerca de 1,5kg de color rojo oscuro y cada uno de sus hepatocitos puede procesar más de 1000 sustancias diferentes. A diferencia de cualquier otro órgano, el hígado tiene dos vías por las que recibe sangre; la arteria hepática que transporta sangre oxigenada procedente del corazón, y la vena porta que transporta sustancias alimenticias desde el estómago y los intestinos.

El hígado es un órgano muy versátil y complejo que participa en más de 400 funciones diferentes. Durante el proceso de desintoxicación realiza la mayoría de los procesos a través de dos fases:

a) Fase I: El objetivo es convertir las toxinas en sustancias menos dañinas. Los tóxicos o Xenobióticos son metabolizados por unas enzimas llamadas Citocromos que modifican la toxina, dando como resultado una molécula más polar y más proclive a conjugarse para luego ser eliminada.

Esta fase de desintoxicación es una fuente potencial de Estrés oxidativo y toxicidad para el hígado y su estimulación puede dar lugar a daño hepático, porque si se metaboliza un xenobiótico a un ritmo mucho más rápido del que puede conjugarse, se acumulan los metabolitos resultantes que reaccionan con los grupos Sulfidrilos de las estructuras orgánicas del hepatocito produciéndose daño hepático.

b) Fase II: Las toxinas resultantes de la fase 1 se Conjugan con Sulfato, ácido glucurónico, glutatión, acetilcoenzima A o aminoácidos como la Taurina, Glicina, Glutamina, Cisteína, Ornitina y Arginina. Dado que numerosas reacciones de conjugación requieren aminoácidos, es necesaria una ingesta adecuada de proteínas, aunque no excesiva, el aporte nutricional de cantidades adecuadas de aminoácidos ejerce un efecto hepatoprotector.

Ambas fases de desintoxicación requieren ciertos nutrientes para que puedan llevarse a cabo sin dañar al hígado, ya que durante estos procesos se generan Radicales Libres que, si no se neutralizan con antioxidantes como la vitamina C, E, Carotenos, y selenio pudieran causar daño al órgano. Con un hígado en mal estado es imposible encontrarse bien, por eso es necesario ayudarle de vez en cuando con un ayuno moderado o una cura de desintoxicación.

Las rutas menores de desintoxicación

El cuerpo emplea otros métodos para limpiarse y auto balancearse, las rutas menores de desintoxicación y excreción incluyen:

a) El Cabello

Los animales peludos pueden excretar grandes cantidades de xenobióticos dentro de su pelo, que sirve como un tejido excretor para elementos tóxicos esenciales, no esenciales y potenciales. Estos elementos son irreversiblemente incorporados dentro del pelo en crecimiento, siendo la cantidad del elemento proporcional al nivel en otros tejidos del cuerpo. Debido a esto el cabello puede ser usado para calcular la magnitud de las exposiciones toxicas.

En algunas ocasiones el cabello ofrece más información que la sangre, los exámenes de sangre revelan las concentraciones fuera de la célula y el material de desecho que está siendo eliminado, más que las concentraciones que están siendo almacenadas en el cuerpo. El cabello sirve como una grabación de la historia de lo que está siendo almacenado en el cuerpo y contiene 200 veces más elementos traza que la sangre.

La sangre es un indicador de exposiciones recientes, mientras que el cabello es un indicador de exposiciones de largo tiempo y crónicas. El cabello crece a un promedio de media pulgada al mes, por lo tanto, en una persona en la que el largo de su cabello es de cinco pulgadas hay un registro de exposición de aproximadamente 10 meses.

b) Las Uñas

Las sustancias toxicas, así como no toxicas que entran al cuerpo son depositadas en las células de las uñas convirtiéndose en parte de ellas. Tanto las uñas de manos como de pies están formadas por capas epidérmicas fuertemente cornificadas.

La dureza y flexibilidad de las uñas se debe al contenido de queratina (una proteína que está contenida en el pelo) y a sus patrones de orientación, así como al contenido de agua. El alto contenido de sulfuro de la queratina contribuye a su dureza. La coloración rosada de las uñas es causada por la red de capilares debajo de ellas que son visibles a través de las células cornificadas.

A través de múltiples métodos diferentes, los análisis de las uñas pueden determinar el contenido de las mismas, así como identificar depósitos en estas. Exámenes forenses en ocasiones envuelven exámenes de uñas para evidenciar la presencia de elementos venenosos, tales como, el arsénico. Algunas veces los depósitos son evidentes a la simple inspección visual de la uña, en ocasiones solo las uñas de las manos están envueltas; pero en otras, también las uñas de los pies están afectadas. Las toxinas que afectan las uñas incluyen:

• Antimaláricos: Tonos de pigmentación que van desde amarillo hasta negro en unas de pies y manos.
• Arsénico: En envenenamiento agudo estriaciones blancas y trasversas de las unas, con sencillas bandas anchas que contienen arsénico. En envenenamiento crónico con arsénico, bandas oscuras longitudinales.
• Clorpromazina (un tranquilizante): Color canela o azul pizarra hasta azul oscuro o purpura en áreas dérmicas expuesta, y en casos severos el lecho ungueal comprometido.
• Doxiciclina: Decoloración marrón y separación de la uña del lecho ungueal.
• Flúor: Estriaciones longitudinales, marcas y fóveas que aparecen en uñas de pies y manos.
• Oro: Decoloraciones marrones oscuras de las uñas, las cuales se transforman en suaves y frágiles con vetas longitudinales.
• Bifenilos Policlorados: Deformaciones de las uñas con decoloración negra del lecho ungueal.
• Plata: Decoloración amarillo verdosa de las uñas de las manos, ya que usualmente la de los pies no están comprometidas.
• Tetraciclina: Pigmentación amarilla de las uñas.
• Talio: Bandas oscuras longitudinales en las uñas.

Las deposiciones de químicos en las uñas son de gran utilidad cuando se tratan enfermedades en esta zona, como es el caso de infecciones por hongos, por ejemplo, el medicamento griseofulvina, es depositado en las células precursoras de queratina. La griseofulvina se liga estrechamente a la nueva queratina, la cual se torna resistente a la invasión por hongos.

c) El Sudor

Nuestro cuerpo suda cuando se torna caluroso, debido a que se esfuerza para mantener normal la temperatura corporal. El contenido del sudor es casi idéntico al de la orina, incluye: agua, ácido láctico, y ácido úrico, por ello, y debido a que la piel es el mayor órgano del cuerpo y en ocasiones es llamado el tercer riñón, puede eliminar a través de este mecanismo el 30 % de los desechos corporales.

Xenobióticos y metales pesados son excretados a través del sudor cuando el cuerpo se calienta. La elevación de la temperatura corporal promueve que estos químicos sean liberados desde las células grasas al torrente sanguíneo, los vasos sanguíneos a nivel de la piel se dilatan para permitir que mayor flujo sanguíneo fluya a la superficie de la piel, lo que activa las glándulas sudoríparas, las cuales vierten agua sobre la superficie cutánea, y al evaporarse se libera tanto calor como toxicas corporales.

La dilatación de los vasos y el aumento del flujo sanguíneo incrementan el aporte nutricional de la piel, tanto como para permitir que las toxinas profundas en el cuerpo sean trasportadas a la superficie para ser excretadas. En adición, el calor inhibe la multiplicación de las bacterias patógenas y virus, aumentando el aporte de oxígeno, así como la frecuencia cardiaca y estimula el flujo de sangre y linfa, todo lo cual colabora en la limpieza del cuerpo.

d) Las Lágrimas

Representan otra ruta menor de excreción del cuerpo humano, ellas se forman en la glándula lagrimal, la cual está localizada sobre el ojo en una depresión del hueso orbital. Las lágrimas fluyen sobre el ojo y caen dentro del ductus lagrimal inferior, dos pequeños tubos en la esquina del ojo que se vierten dentro del ducto naso lacrimal, un tubo que se abre dentro de la nariz, causando la salida de secreción nasal cuando una persona llora. Si los ductos se sobrecargan, las lágrimas corren por las mejillas.

Las lágrimas humedecen los ojos, dispersan los irritantes y protegen los ojos de infecciones. El doctor William Frey, del centro de investigación del ojo seco y las lágrimas de Minneapolis, cree que los químicos producidos durante el estrés emocional son removidos del cuerpo a través de las lágrimas, jugando un papel en la habilidad de tolerar el estrés.

En sus investigaciones ha encontrado que la glándula lagrimal concentra y remueve manganeso, alcanzándose un nivel 30 veces más elevado que el del suero sanguíneo. También ha encontrado que las lágrimas producidas por emociones tienen una composición química diferente que las producidas por irritación. Tanto las lágrimas de origen emocional como irritativas contienen tres componentes químicos conocidos que son liberados durante el estrés. Estos son la hormona adrenocorticotropa (ACTH), el indicador más confiable de estrés, leucina encefalina, una endorfina que posiblemente modula la sensación al dolor; y la prolactina, una hormona que regula la producción de leche en los mamíferos.

La prolactina también promueve la producción de lágrimas, lo que puede explicar porque la mujer llora más fácilmente que el hombre, las mujeres adultas tienen los niveles séricos de prolactina cerca al 60% más altos que los hombres de esa misma edad; pero antes de la pubertad, tanto los niños como las niñas tienen los niveles séricos de prolactina similares, así como, también similares tiene los episodios de llanto.

e) La Leche Materna

Aunque la leche materna, tanto de los humanos como de otros mamíferos, es una ruta menor de desintoxicación y excreción, también muchas sustancias toxicas son excretadas a través de la leche materna, justo como sucede con el sudor y las lágrimas.

La leche materna humana contiene 3 a 5% de grasa, por tanto, químicos liposolubles pueden ser excretados a través de dicha grasa. Durante la lactancia los depósitos de toxinas almacenados en la grasa pueden ser liberados al torrente sanguíneo, pudiendo ser excretados a través de la leche materna.
Los bifenilos Policlorinados (PCBS) y el pesticida DDT se han encontrado en leche materna, así como también metales pesados como el plomo. La agencia de protección ambiental de los Estados Unidos reporta que, en promedio, un bebé americano alimentado mediante leche materna ingiere dieldrin, un pesticida productor de cáncer, es nueve veces más alto que el nivel permitido, y 10 veces más elevado que el máximo nivel permitido de PCBs, el cual se ha conseguido que causa cáncer en animales.

La leche de vaca también contiene toxinas excretadas por la vaca. Cualquier químico al que la vaca este expuesta, tales como herbicidas, pesticidas, fertilizantes y cualquier tratamiento químico que haya recibido su alimentación, puede estar contenido en su leche. La leche de vaca, que contiene la misma cantidad de DDT que frecuentemente se encuentra en la leche materna, debería ser prohibida por la FDA. En conjunto, con la contaminación de la leche de vaca con DDt también se ha encontrado contaminada con pesticidas como el dieldrin, epóxido heptacloro, y lindano. Las fórmulas infantiles que están preparadas con leche de vaca pueden contener estas sustancias toxicas.

A pesar de las posibles toxinas que la leche materna pueda contener, la lactancia materna sigue siendo preferible a la alimentación con leche de vaca. La leche materna contiene los nutrientes que el bebé necesita en las proporciones adecuadas, incluyendo los aminoácidos necesarios para el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso. La leche materna forma una fina cuajada en el estómago del bebe siendo más fácil de digerir que la proteína de la leche de vaca de las fórmulas infantiles. Los bebés alimentados mediante lactancia materna son menos propensos a enfermar de diarrea e infecciones gastrointestinales.

La lactancia materna también disminuye la posibilidad de adquirir enfermedades autoinmunes, leucemias, síndrome de muerte súbita del lactante, otitis, desordenes del sistema inmunológico, y enfermedades respiratorias. Si un bebé alimentado con leche materna desarrolla una infección respiratoria probablemente es menos severa que uno no alimentado con lactancia de vaca.

La lactancia materna también ofrece beneficios a largo plazo, al parecer disminuye la aparición de la enfermedad celiaca y ofrece protección contra la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa en la adultez.

Los dividuos que fueron alimentados con leche materna son menos propensos a desarrollar diabetes insulino dependiente, linfomas y alergia alimentaria.

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Cuándo debemos realizar la desintoxicación

Todas las personas tienen un determinado nivel de tolerancia, que no se debe exceder si se quiere mantener una buena salud. Si la cantidad de toxinas dentro del cuerpo se mantiene por debajo de ese nivel, el cuerpo generalmente puede adaptarse y eliminarlas, pero cuando las toxinas rebasan al sistema, el mecanismo de defensa del cuerpo funciona inadecuadamente y pueden presentarse síntomas que indican la necesidad de aplicar una o varias terapias de desintoxicación, los más frecuentes incluyen:

• Cefalea, dolor articular y de espalda
• Problemas respiratorios recurrentes
• Alergias alimentarias o respiratorias
• Insomnio y los trastornos del estado de ánimo o humor
• Estreñimiento, artritis, hemorroides, sinusitis, úlceras, psoriasis y acné.

Las analíticas de laboratorio también pueden arrojar información sobre la necesidad de realizar una desintoxicación, en las que mejor se reflejan son en los exámenes de heces, orina, sangre, función hepática y de la raíz del cabello. No obstante, la mayoría de los médicos convencionales no conocen ni practican las terapias de desintoxicación y por lo tanto se muestran renuentes a realizar estas pruebas a sus pacientes.

Algunas precauciones que se deben tener en cuenta a la hora de iniciar o recomendar una desintoxicación son:

a. Una pregunta clave que cada persona y cada profesional debe hacerse es: ¿Estoy lo suficientemente saludable como para emprender una desintoxicación rápida y activa o debo extender el proceso y hacerlo lentamente? Si una persona es fuerte y vital, puede requerir un programa más enérgica, que si la persona no está bien y tiene una salud frágil. Cada persona que desea someterse a un proceso de desintoxicación debe buscar la orientación de un profesional de la salud calificado para ayudarle a seleccionar el nivel de intensidad adecuado.

b. La desintoxicación puede no ser apropiada para las personas de bajo peso o físicamente débiles, ni para las personas con hipoglucemia, personas en recuperación de farmacodependencia, alcohólicos, diabéticos, o cualquier persona con algún tipo de cáncer o en recuperación de una cirugía. En todos estos casos se debe siempre se debe consultar a un profesional de la salud calificado antes de emprender un programa de desintoxicación.

Los beneficios de la desintoxicación

Después de la realización de una desintoxicación se obtienen una serie de beneficios que mejoran la calidad de vida de la persona, y preparan al organismo para recibir los tratamientos naturales específicos requeridos para tratar el problema de salud que se atiende, aumentando la capacidad de respuesta a los mismos y favoreciendo el proceso curativo.

Los beneficios de un proceso de desintoxicación son:

• Mayor claridad mental
• Reducción del estrés sobre el sistema inmune
• Mayor vitalidad
• Disminución de la tensión arterial y las grasas en sangre
• Mejor asimilación de vitaminas y minerales
• Mejor función de la flora intestinal
• Aumenta la capacidad del cuerpo para resistir infecciones y alergias y trastornos de la piel
• Mejora la flexibilidad
• Aumenta la fertilidad

Referencias Bibliográficas

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