Detox

Introducción

El tubo digestivo es el órgano encargado de procesar los alimentos, descomponerlos en su forma más simple, liberar los nutrientes y absorberlos correctamente para proporcionar una nutrición celular completa. El colon es la sección del tubo digestivo donde se fabrican los excrementos, que representan los desechos y toxinas remanentes de la digestión y del metabolismo del hígado, los cuales deben ser expulsados del organismo de forma oportuna y eficiente.

Con la dieta actual estamos obteniendo solo 1/5 de la fibra de lo que se obtenía en una dieta normal, hace apenas 50 años. El tránsito intestinal de muchas personas en la actualidad es de 48 a 72 horas, estamos experimentando una epidemia de estreñimiento, colon irritable, intolerancias alimentarias, disbiosis e intestino permeable o inflamado. Tanto en los Estados Unidos como en Europa, una variedad de estudios médicos ha demostrado que un intestino grueso sucio y enfermo puede ser la causa de numerosas patologías sistémicas.

Una limpieza periódica de nuestro sistema digestivo favorece enormemente la salud general de todo el organismo, al eliminar las toxinas que actúan como verdaderos venenos, nuestro cuerpo adquiere una mayor flexibilidad muscular y articular, y nuestro sistema inmune se repotencia y revitaliza.

Cuando debemos limpiar el colon

Antes de comenzar cualquier método para limpiar el colon necesitas hacerte una pregunta: ¿Realmente necesito limpiar el colon?

Estos son algunos de los síntomas clásicos que indican que algo no está yendo bien, y que se debería intentar mejorar con una limpieza de colon:

• Constipación: En algunos casos la constipación puede ser resultado de una dieta poco saludable, el estrés o el abuso de medicamentos o sustancias tóxicas como el alcohol. Para protegerse el colon produce mucosidad de más, que luego puede interferir en su funcionamiento.
• Dolor: Los dolores recurrentes de cabeza, espalda y ciático, aunque no lo creas, en muchas ocasiones pueden ser producto de problemas en el colon.
• Fatiga: Cuando el colon está intoxicado el cuerpo tiene dificultades para limpiar la sangre, y esto causa fatiga y cansancio constantes.
• Mal olor corporal: El mal aliento o el excesivo olor en la transpiración pueden ser señales de que el cuerpo está acumulando gases tóxicos.
• Acné: La acumulación de toxinas gracias a un colon colapsado, puede tapar los poros de la piel y generar acné.

¿Cómo se inicia la limpieza del colon?

Un programa de limpieza de colon se debe iniciar con un cambio en la dieta, para ayudar al organismo en el proceso de limpieza. Se recomienda no comer carnes (vacuna-aves o pescado), alimentos procesados, bebidas alcohólicas y bebidas gaseosas. La dieta basada en frutas y vegetales frescos es la ideal para el periodo de la limpieza intestinal. Una dieta rica en fibra puede ayudarnos en mantener la salud del colon, la fibra puede absorber hasta 14 veces su volumen impidiendo que las toxinas o alimentos procesados se adhieran a las paredes del intestino grueso.

Algunos tipos de fibra natural atrapan grasa y azúcar ayudando a que estas no se absorban, regulando los niveles de glucosa y colesterol sanguíneo. La fibra previene la constipación, ayudando al bolo fecal en su tránsito por el intestino grueso, si los alimentos se mueven a través del intestino en 24 horas o menos, habrá menos chance para la absorción de toxinas o la acción dañina de microorganismos.

Existen diferentes tipos de “Fibras” en base a sus características y se distribuyen en diferentes grupos de alimentos:

• Fibras solubles: Son aquellas que tienen una gran capacidad de captar agua, por lo que producen una sensación de saciedad, regulan el tránsito intestinal y enlentecen la digestión y la absorción de glucosa y grasas.
• Fibra insoluble: Son aquellas fibras que aumentan el volumen de las heces, regulan el tránsito intestinal, la que siempre se utiliza para ir más al baño.
• Fibra Fermentable: La fermentación es el proceso mediante el cual los microorganismos que conforman nuestra microbiota procesan y aprovechan las partes de los alimentos que nosotros no digerimos ni absorbemos. Una alimentación rica en frutas, hortalizas y tubérculos es un remedio fácil y natural para mantener sana la microbiota. Las principales fibras fermentables son:

a.-Pectina: Presente en kiwi, uva, pomelo, plátano, limón, naranja, manzana, cereza y zanahoria. La mejor forma de aprovecharla es cocinando estos alimentos y prepararlos en por ejemplo, compotas.

b.-Mucílagos: Presente en las semillas de lino y chía, en las algas pardas (wakame, kombu, espagueti de mar, cochayuyo) y algas agar-agar. Se aconseja la decocción de las semillas, añadir las algas a los caldos o hacer gelatina de agar-agar con frutas.

c.-Almidón Resistente: Presente en los tubérculos como papa, batata o boniato, plátano verde y bananas. La mejor forma de aprovecharlos es cocinándolos y luego dejarlos enfriar en el frigorífico, una vez enfriados, recalentarlos a baja temperatura antes de consumirlos.

d.-Fructano: Son la inulina y los fructooligosacáridos (FOS) presentes en la raíz de achicoria, ajo porro, cebolla, espárragos y alcachofas. Cuanto menos cocidos mejor, asados al vapor, evitando el contacto con agua o preparar zumos.

e.-Hemicelulosa fermentable: Como el glucomanano y los betaglucanos presentes en los copos de avena integral libre de gluten, ayudan en el control de la glicemia y del colesterol, además de nutrir a la microbiota. Lo ideal es cocer los copos por unos 5 minutos y luego añadir frutas, semillas de chía, y/o frutos secos.

f.-Galactooligosacáridos (GOS): Presentes en las legumbres, y son los responsables de las flatulencias que les causan a muchas personas, por lo que se recomienda dejarlas en remojo entre 12 y 24 horas antes de comerlas.

Fibra No Fermentable: Es el tipo de fibra que no puede ser fermentada por las bacterias de la microbiota y por ello no sirve para nutrirla, aunque ayude a mejorar el tránsito intestinal y la defecación. Las más comunes son la celulosa, lignina y la mayoría de las hemicelulosas contenidas en la piel de las frutas, tallos y hojas de las hortalizas.

Tipos de Limpieza Colónica

Existen diferentes formas o métodos para limpiar el colon y cada persona debe adaptar el método a su necesidad y características especiales, por ello algunos métodos requieren la indicación y supervisión de un profesional de la salud calificado. Podemos agrupar los diferentes métodos en tres (3) grupos principales:

1.- La limpieza con jugos y bebidas

Si quieres una opción más simple que el enema para comenzar a limpiar el colon, un tratamiento con bebidas detox puede ser de mucha ayuda. Hacer un detox con jugos y otras bebidas es una buena idea por muchos motivos, pero sobre todo porque:

• Es un proceso sencillo; algo que cualquiera puede hacer y genera beneficios asombrosos.
• Aportan fibras y nutrientes: No solo ayudarás a que tu colon funcione mejor, sino que también estás aportando fibra y otros macronutrientes a tu organismo, los cuales te harán estar saludable a todo nivel. ¡Y casi sin darte cuenta!
• El impacto es general: Un colon resentido afecta en todos los niveles, desde dolores en todo el cuerpo hasta fatiga crónica. Incluso tiene un impacto sobre tu aspecto físico, lo cual, por supuesto, también influye en tu estado de ánimo. Haciendo una limpieza de colon descubrirás que te sientes una persona completamente renovada, a todo nivel.

Los siete (7) jugos caseros más usados para limpiar el colon, son:

• Aloe vera y limón: El aloe vera es un gran remedio natural y es excelente para limpiar el colon, pues permite reconstruir las células que puedan estar dañadas, mientras limpia la acumulación de materia fecal. Para hacer esta bebida, mezcla la parte gelatinosa de una rama de aloe vera con el jugo de un limón en un litro de agua.
• Jugo de naranja, durazno y fresa: Limpiar el colon con una bebida deliciosa es posible. Un batido de estas tres frutas es el remedio perfecto para hacer una limpieza digestiva. ¡Y además es súper refrescante!
• Jugo de Jengibre: El jengibre es un gran remedio natural para el sistema digestivo, por lo cual puede ayudarte a limpiar el colon y realizar un completo detox del organismo. Además, ayuda a desinflamar el abdomen y hasta a bajar de peso.
• Jugo verde: Hay muchas recetas de jugos verdes que puedes hacer para limpiar el colon, como dijimos al comienzo, la fibra es uno de los componentes más importantes para un buen funcionamiento del colon, y a las bebidas detox verdes, si algo les sobra, es fibra. Una posibilidad es mezclar en la batidora apio, perejil, lechuga, y espinaca, le puedes agregar un poco de zanahoria también. Sin embargo, puedes variar de acuerdo con lo que tengas en casa.
• Sal Marina y agua tibia: La sal marina es un gran remedio que puede ayudar al movimiento intestinal y a eliminar los residuos que te afectan. Para utilizarlo debes mezclar una cucharadita de sal marina en un vaso de agua tibia y tomarlo en ayunas al menos cuatro veces al mes.
• Jugo de Manzana: La manzana es uno de los mejores alimentos para limpiar el colon, pues ayuda a evacuar las toxinas acumuladas, si bien comer la fruta también es buena idea, para un detox completo debes comer manzana varias veces al día. Si no tienes la costumbre de comer fruta, eso puede resultar complicado, por eso tomar al menos cuatro vasos al día de jugo natural de manzana puede ser la mejor opción.
• Infusión de vinagre y miel: Para preparar esta infusión necesitas una taza de agua tibia, dos cucharadas de vinagre orgánico de sidra de manzana, y dos cucharadas de miel orgánica. Lo primero que tienes que hacer es agitar el vinagre de manzana para que no queden partículas sedimentadas, luego mezcla dos cucharadas de vinagre con la taza de agua y agrega la miel y mezcla bien hasta que se disuelva. Bebe esta mezcla todas las mañanas, y si quieres, una vez más en el día, durante algunos días, hasta que te sientas mejor.

2. Los Enemas o lavativas

Un enema o lavativa es el procedimiento de introducir líquidos en el recto y el colon a través del ano. Esto se hace generalmente con fines médicos, o como parte de una terapia higiénica de limpieza, más allá de que el procedimiento es similar en todos los casos, hay muchos tipos de enema. Algunos pertenecen a la industria farmacéutica y otros son completamente naturales y posibles de realizar en casa. Los enemas se realizan en medicina tradicional y alternativa desde hace siglos con múltiples usos.

Los restos fecales retenidos en los intestinos podrían provocar fermentaciones y putrefacciones dando lugar a un estado de “autointoxicación crónica”, peligroso para la salud del organismo. Las personas sanas y las enfermas pueden beneficiarse bastante de la correcta y prudente aplicación de los enemas, ya que producen una limpieza adicional y más profunda del intestino; que realizada una vez al mes constituye un método preventivo excelente contra gran cantidad de enfermedades.

El agua introducida hidrata y ablanda la materia fecal que se halla en el recto y en el colon sigmoideo facilitando su expulsión y la limpieza de las paredes intestinales. El agua es absorbida hacia la vena porta, y de allí a la circulación sistémica y todos los tejidos y órganos. En muchos casos, a pesar de evacuar cotidianamente las heces, el enema promueve la expulsión de un volumen importante de materias de desecho.

¿Cómo se aplican los enemas?

La persona se acuesta sobre el costado izquierdo con las caderas y rodillas flexionadas, la “cánula” que se introduce en el ano se lubrica con aceite o vaselina estéril, de modo que facilite su penetración sin producir dolor, especialmente si hay hemorroides o fisura anal. Cuando se va a introducir la cánula, se le pide al sujeto que haga fuerza como si fuera a defecar, pues así se abre el esfínter anal y se logra la introducción sin molestias. El enema también se lo puede aplicar uno mismo, el cuarto de baño es un lugar ideal y la posición más adecuada es en cuclillas.

La cantidad de líquido administrado es de ½ a 1 litro en adultos y 100 a 200 ml en niños, con agua tibia a 37º C. Hay que retener el líquido administrado tanto tiempo como sea posible (5 a 15 minutos) antes de expulsarlo, especialmente en los enemas terapéuticos y detoxicantes para aprovechar el efecto medicinal de los aditivos añadidos al agua.

Tipos de Enemas
Existen varios tipos de Enemas o lavativas, dependiendo del objetivo que se desea lograr:

a.-Microenemas evacuantes
Este es el tipo de enema más sencillo de utilizar, tiene muy bajo riesgo debido a que la cantidad de solución administrada es muy pequeña: entre 60 y 250 ml. Se puede auto administrar sin demasiados inconvenientes y es recomendable probar con este tipo de enema antes de pasar a uno más sofisticado.

Su función principal es la de limpiar la parte inferior del colon de forma instantánea (15 a 20 minutos), sin llegar demasiado lejos, para tratar la retención fecal, fecalomas y estreñimiento simple o puntual. Actúan, en primer lugar, estimulando el peristaltismo a través de la irritación del colon y el recto y la distensión por volumen. Hay enemas salinos o de sueros fisiológicos ya preparados, incluso con la cánula lubricada y de un solo uso.

b.-Enemas de Retención naturales o caseros
Son posibles de realizar en casa, son baratos y sobre todo, no poseen elementos químicos de ningún tipo. Se pueden aplicar teniendo el instrumental correspondiente y su contenido varía de acuerdo a la necesidad de la persona. Los más usados y conocidos son:

– El enema de café : Es uno de los más utilizados puesto que tiene enormes beneficios. Permite obtener una limpieza mucho más profunda que otros tipos de enema, e incluso hay quienes aseguran que utilizarlo de forma frecuente puede prevenir el cáncer. Este tipo de enema es, básicamente, una infusión de café, lo único que hay que tener muy en cuenta, es que el café debe ser orgánico, de otro modo, se corre el riesgo de que el cuerpo absorba los químicos presentes en él.

Para prepararlo debe hervirse un litro de agua mineral, una vez que llegue a punto de ebullición añadir de dos a tres cucharadas de café. Luego, se dejar hervir el café a fuego lento durante 10 a 15 minutos y se deja enfriar a temperatura ambiente. Se debe aplicar y retener, como máximo, 10 minutos.

–Enema de agua con sal: Se trata de uno de los tipos de enema más suaves y es ideal para probar este tipo de limpieza rectal, Es muy sencillo de preparar y da buenos resultados. Para prepararlo se calienta dos litros de agua destilada a una temperatura de entre 37 y los 40 ºC (entre 98 y 104 ºF). Luego, se debe disolver dos cucharaditas (10 ml) de sal marina pura y remover hasta que esté completamente integrado. Después, toca aplicar el enema, lo ideal es retener el líquido la mayor cantidad de tiempo posible, aunque nunca más de 40 minutos.

Si quieres preparar un enema con agua con sal más fuerte, puedes utilizar 60 ml (cuatro cucharadas) de sales Epsom, las cuales contienen grandes cantidades de magnesio, lo que ayuda a limpiar el colon mucho más profundo. En este caso, no deberías retener el líquido más de 20 minutos.

–Enema con jugo de limón: Es excelente para remover el exceso de excremento del colon, por lo que es una de las mejores recetas caseras se busca una limpieza profunda. Además, el limón ayuda a equilibrar los niveles de pH en el colon lo que es muy saludable.

Este enema puede usarse hasta una vez por semana, lo cual es recomendable si se padece de estreñimiento crónico. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que la acidez del jugo de limón puede irritar las paredes internas de los intestinos, por lo que si se va a usar de manera más o menos habitual, es muy importante que se preste mucha atención a algún síntoma como ardor o retortijones, es preferible suspender su uso. Además, este enema no es aconsejable para las personas con el tracto digestivo excesivamente sensible.

Los ingredientes que necesitas para prepararlo son: 2/3 taza de jugo de limón recién exprimido (el jugo de aproximadamente tres limones) y 2 litros de agua filtrada caliente.

Calienta los 2 litros de agua, debe estar apenas tibia. exprime el jugo de los limones y cuélalo para que no queden restos de pulpa, luego, mezcla hasta que quede completamente integrado. Aplica toda la solución y retenla durante un periodo de entre 10 y 15 minutos, o durante todo el tiempo que puedas sin sentir retortijones y otros dolores agudos. La acidez de este enema puede provocar malestares; en ese caso, evacúa. Lo ideal es que, como mínimo, lo retengas por 5 minutos, pero lo principal es que te resulte cómodo.

–El Enema de ajo: Este tipo de enema es especialmente útil cuando lo que se necesita tratar son las lombrices intestinales, las bacterias, los parásitos y las infecciones por hongos, debido a las propiedades antisépticas del ajo. Además, ayuda a eliminar el exceso de mucosidad en el hígado y los intestinos.
Para hacerlo solo se necesita agua y dos dientes de ajo. En primer lugar, debes aplastar los dientes de ajo y ponerlos a hervir en una cazuela (que no sea de aluminio), con medio litro de agua. Una vez que el agua llegue al punto de ebullición, deja que hierva a fuego bajo durante 15 minutos. Una vez pasado ese tiempo, deja que la preparación se enfríe, Cuando alcance entre 35 y 40°C, cuela el agua para eliminar los restos de ajo. Utiliza un colador bien fino: para hacer el enema solo debes quedarte con el líquido limpio.

Finalmente, añade agua tibia al agua con ajo, debes completar un litro de preparación, recuerda que, al momento de aplicarlo el enema no debería superar los 37°C. Aplicar de la forma habitual y retenlo durante un periodo entre un mínimo de 10 minutos y un máximo de 20.

–Enema con plantas medicinales: La adición de plantas medicinales a los enemas o lavativas potencia sus beneficios y ejerce un efecto terapéutico local de gran importancia. Algunas indicaciones específicas para usar este tipo de enema son:

• Tránsito intestinal lento y estreñimiento: hojas de olivo, malva y sen
• Diarrea : Bistorta
• Hemorroides y fisura anal: encina, roble y plántago o zaragatona
• Irritación intestinal y rectal: flores de manzanilla
• Colon inflamado (colitis): hojas de malva
• Gases y Flatulencias: hojas de malva y/o erígeron
• Pólipos intestinales y parasitosis: ajo, cuasia y tanaceto
• Trastornos biliares: asafétidas y alcaparras.
• Reumatismo y gota: hojas de puerro o ajo porro.

La Hidroterapia del Colon

Es el procedimiento moderno y completo para limpiar el colon, sin utilizar medicamentos ni agentes químicos. Al utilizar un enema clásico se limpia únicamente el recto, la parte más cercana al ano, el procedimiento puede ayudar a eliminar restos fecales y el efecto se mantiene por un tiempo corto. Con la hidroterapia se limpia todo el colon, su efecto se mantiene por un tiempo prolongado y la persona se mantiene bien hidratada.

La hidroterapia del colon tiene un efecto preventivo y terapéutico en el intestino grueso, de donde remueve materiales de desecho. El moderno equipo que se emplea funciona a presiones de agua muy bajas, utiliza mangueras y tubos descartables, nunca mezcla agua limpia con agua sucia y tiene los filtros y desinfectantes mecánicos y electrónicos que garantizan una máxima seguridad y limpieza.

La hidroterapia del colon mejora su capacidad de contracción y de eliminación de desechos, por lo que es una ayuda indudable para las personas con estreñimiento, mal aliento, erupciones en la piel, dolores de cabeza, dolor de espalda o cintura y disminución de la energía.

Se recomienda una serie inicial de tres a seis sesiones de hidroterapia, porque años de mala nutrición no se pueden resolver con una sola sesión. En casos de estreñimiento crónico o de intestino perezoso, se pueden necesitar más de seis sesiones seguidas. Después de ese programa inicial, se recomienda hacerse tres sesiones cada seis a doce meses, para mantener un óptimo estado de funcionamiento del colon. La limpieza periódica del colon puede prevenir las fallas en su normal funcionamiento y disminuir la exposición a factores potencialmente causantes del cáncer.

Beneficios de la limpieza del colon

a.-Eliminación de toxinas
El punto es que todas las toxinas que entran en tu cuerpo acaban encontrando el camino al colon. Al final, un colon que no funciona correctamente es un depósito de sustancias que no son beneficiosas para tu cuerpo, por eso es muy importante empezar a tomar el hábito de limpiar el colon y preocuparse por la salud.

b.-Desintoxicación del cuerpo
Por lo dicho en el punto anterior, es importante destacar que hacer una limpieza de colon es, de algún modo, hacer un detox completo del cuerpo. Por supuesto que otro tipo de cuidados también importan, y que siempre es ideal encontrar un saludable equilibrio entre las cosas, pero quitando las toxinas del colon puede lograrse un verdadero cambio a nivel integral.

c.-Mejora la digestión y previene el estreñimiento
El estreñimiento generalmente se produce por una mala digestión, o cuando esta se ve alterada por la forma en la que decidimos alimentarnos. Todo el proceso de estreñimiento puede además provocar que los nutrientes no sean bien absorbidos por el cuerpo, de modo que se siente un bajón de energía. Una mala digestión también provoca cansancio y fatiga, dolores de todo tipo, y un peor desempeño de nuestro sistema inmune, lo que provoca mayor riesgo de contraer enfermedades. Entonces, hacer una limpieza de colon es de vital importancia para acabar con todo esto, dado que es un órgano fundamental en todo el proceso de la digestión.

d.-Ayuda a perder peso
Las dietas detox se concentran en un elemento fundamental: la incorporación de fibra. ¿Por qué? Porque los alimentos ricos en fibra, también conocidos como prebióticos, tienen la capacidad de ayudar a los intestinos a hacer el trabajo de la digestión y facilitan la eliminación de desechos. Pero además, incorporar fibra a la dieta ayuda a que tengamos mucha mayor sensación de saciedad, incluso después de haber comido pocas cantidades. Además, al estar mejor nutridos tendremos menos antojos. Por eso, una limpieza de colon activa el descenso de peso.

e.-Aumenta la energía y mejora la concentración
Cuando el colon no está funcionando bien, consume una gran parte de la energía del cuerpo. Eso, sumado a que no recibimos la cantidad de nutrientes que necesitaríamos, provoca una fuerte sensación de cansancio generalizado. Al hacer una limpieza de colon no solo ayudamos a que la digestión funcione mejor, levantando así nuestros niveles de energía. También permitimos que los esfuerzos que nuestro cuerpo estaba utilizando en el colon, ahora puedan distribuirse en otras funciones. No es de extrañar, entonces, que nos sintamos más despiertos y concentrados.

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